La estrella del pontificado de Benedicto XVI siempre brillará entre nosotros

La estrella del pontificado de Benedicto XVI siempre brillará entre nosotros

“Estamos más cerca que nunca de usted, Padre Santo. ¡Bendíganos!”, le dijo, emocionado, el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, ante el histórico e inesperado anuncio de Benedicto XVI, a quien agradeció el luminoso pontificado de Joseph Ratzinger, cumplido con tanto amor y con tanta humildad. Su misión continuará, siempre estará cerca de nosotros con su testimonio y su oración.
CIUDAD DEL VATICANO (AICA) – LUNES 11 FEB 2013 | 11:28 AM
“Estamos más cerca que nunca de usted, Padre Santo. ¡Bendíganos!”, le dijo, emocionado, el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, ante el histórico e inesperado anuncio de Benedicto XVI, a quien agradeció el luminoso pontificado de Joseph Ratzinger, cumplido con tanto amor y con tanta humildad. Su misión continuará, siempre estará cerca de nosotros con su testimonio y su oración. Éstas fueron las palabras del cardenal Sodano pronunciadas al final del consistorio:

“Santidad, querido y venerado sucesor de Pedro, como un rayo caído de un cielo sereno resonó en este tribunal su conmovido anuncio.

Lo hemos escuchado con una sensación de asombro, casi con incredulidad.

En sus palabras hemos percibido el gran afecto que siempre tuvo por la Santa Iglesia de Dios, por esta Iglesia que tanto ama.

Ahora permítame decirle, en nombre de este Cenáculo apostólico, el Colegio Cardenalicio, en nombre de sus queridos colaboradores, que hoy estamos más cerca que nunca de Usted, así como lo hemos estado siempre en estos brillantes ocho años de su pontificado.

El 19 de abril de 2005, si bien recuerdo, al final del Cónclave, le pregunté, con voz emocionada yo también, «¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?». Y Usted no tardó, aunque con temor, en responder que aceptaba confiando en la gracia del Señor y en la maternal intercesión de María, Madre de la Iglesia.

Al igual que María, ese día Usted pronunció sul «Sí» e inició su luminoso pontificado en la línea de la continuidad, de esa continuidad de la que Usted tanto habló de la historia de la Iglesia, en la línea de continuidad con sus 265 predecesores en la cátedra de Pedro, siguiendo las huellas de más de 2 mil años de historia desde el apóstol Pedro, el humilde pescador de Galilea, hasta los grandes Papas del siglo pasado desde San Pío X hasta el Beato Juan Pablo II.

Santo Padre, antes del 28 de febrero, como usted ha dicho, el día en el que desea poner fin a su servicio pontifical, cumplido con tanto amor y con tanta humildad, antes de 28 de febrero, tendremos la oportunidad de expresarle mejor nuestros sentimientos.

Lo mismo harán también tantos pastores y fieles de todo el mundo, así como tantas personas de buena voluntad, junto con las autoridades de muchos países.

Además, en este mes tendremos todavía la alegría de escuchar su voz de pastor, el próximo día miércoles de ceniza, luego el jueves con el clero de Roma, en los Ángelus de estos domingos y en las audiencias de los miércoles. Así que habrá muchas oportunidades todavía para oír su voz de Padre. Pero su misión continuará. Usted dijo que siempre estará cerca de nosotros con su testimonio y su oración. ¡Claro que sí, las estrellas en el cielo siempre siguen brillando y así brillará siempre en medio de nosotros la estrella de su pontificado ¡Estamos cerca de Usted, Padre Santo, ¡bendíganos!+