El Jesús de los excluidos

EL JESÚS DE LOS EXCLUÍDOS

     Jesús mira al ciego de forma diferente a como lo ven los demás. Desde que lo ha visto, solo piensa en rescatarlo de aquella vida desgraciada de mendigo, despreciado por todos como pecador. Jesús se siente llamado por Dios para defender, acoger y curar precisamente a los que viven excluidos y humillados.

El ciego descubre por vez primera la luz. Su encuentro con Jesús ha cambiado su vida. Por fin podrá disfrutar de una vida digna, sin temor a avergonzarse ante nadie.

Por su parte los dirigentes religiosos se sienten obligados a controlar la pureza de la religión. Ellos decidirán si puede ser aceptado en la comunidad religiosa o no.

El ciego curado confiesa abiertamente que ha sido Jesús quien se le ha acercado y lo ha curado, defiende a Jesús diciendo que es un profeta que viene de Dios.

Jesús viene siempre al encuentro de aquellos que no son acogidos oficialmente por la religión. No abandona a quienes lo buscan y lo aman aunque sean excluidos de las comunidades e instituciones religiosas. Los que no tienen sitio en nuestras iglesias tienen un lugar privilegiado en su corazón.

¿Quién llevará hoy este mensaje de Jesús hasta esos colectivos que, en cualquier momento, escuchan condenas públicas injustas; que se acercan a las celebraciones cristianas con temor a ser reconocidos; que no pueden comulgar con paz en nuestras eucaristías; que se ven obligados a vivir su fe en Jesús en el silencio de su corazón, casi de manera secreta y clandestina?