Grupo Emmanuel @Grupo_Emmanuel

Grupo Emmanuel
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Llevar a las comunidades la experiencia de adoración al Santísimo Sacramento, nos ha permitido presenciar grandes conversiones, milagros de sanación y un espíritu renovado de un nuevo ardor, para vivir su fe, convirtiéndose en testigos, de que el Pan Vivo está entre nosotros y promoviéndolo con su testimonio de vida.

Este ministerio comienza en el Coro Emmanuel que desde 1968 hasta el año 2005, dio su servicio en la Parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ubicada en la Ciudad de México. Allí fue donde surgió en Pedro, Juan y Gil A. González García, el amor y el compromiso de cantar para siempre a Cristo, así como los sueños y las bases de su ministerio, hoy hecho realidad.

Después de pasar por una bella etapa de varios años con el coro, participando en festivales de música católica, en donde podían expresar su experiencia de Dios, comenzó a llegar la inquietud por realizar nuevas cosas, nuevos proyectos, y así surge la primera producción discográfica llamada «Remembranzas», grabada en 1990. Fue esta grabación, la que da inicio a su misión de llevar la buena nueva a todo lugar a través de la música.

Las invitaciones para llevar a las comunidades los conciertos de Evangelización, eran cada vez más frecuentes y más difíciles de cumplir, pues para la mayoría de los integrantes del coro esto no era una prioridad en sus vidas, mas no fue así para los hermanos González, quienes decidieron responder con un SÍ a la fuerza del llamado de Dios a su vocación

En el año de 1993 ellos emprenden una gran aventura en El Señor como músicos evangelizadores de tiempo completo, ahora ya, como Grupo Emmanuel. En el año 2000, estaba comenzando a brotar una nueva etapa, la más importante hasta el momento en el plan perfecto del Señor: la invitación a dar un paso más de intimidad hacia Él, a ser músicos de fuego, quebrantados y rendidos ante su presencia viva en la Eucaristía.

A partir de esta nueva etapa, han sucedido las mayores bendiciones en toda la historia del ministerio. Comenzó un fuerte mover de Dios que provocó el inicio de una renovada misión: “Llevar esta misma experiencia recibida a todos los lugares que Él dispusiera”.

Hasta el momento se ha llevado la experiencia de la Adoración Eucarística con música a varios países, ciudades, pueblos, rancherías, hospitales, cárceles, congregaciones religiosas, estadios, catedrales, escuelas, casas de oración…etc., trabajando con cientos de sacerdotes, obispos, con personas pobres y ricas, todos reunidos en un mismo lugar y con la mirada en Jesús Eucaristía.

Llevar a las comunidades la experiencia de Adoración al Santísimo Sacramento, nos ha permitido presenciar grandes conversiones, milagros de sanación, ser testigos del surgimiento de vocaciones sacerdotales y religiosas, llenando a la Iglesia de un espíritu renovado, de un nuevo ardor, para vivir su fe, convirtiéndose en testigos de que el Pan Vivo está entre nosotros.

Así es como el Señor nos ha confiado, sin merecerlo, estos bellos sueños que no han sido fáciles, pero que con su ayuda los hemos podido lograr. Él mismo, por medio de la Adoración nos seguirá fortaleciendo y nos guiará para seguir adelante.

En el año 2001 toda la familia Emmanuel sufrimos la separación física de Gil A. González García, fundador de este ministerio. Ahora nos alegramos porque creemos en que él está gozando e intercediendo por nosotros en la presencia del Señor.

A lo largo de estos años se fueron incorporando otros integrantes hasta formar una banda de músicos profesionales que han enriquecido el ministerio.

El Señor ha abierto puertas y ha derramado muchas bendiciones a través de este servicio, pues se ha llevado el anuncio y la experiencia de un Cristo Vivo a millones de personas (almas) en la República Mexicana y a lo largo de 17 países visitados.

Sus integrantes actualmente:

Cristal Domínguez (coros)
Enrique A. Vázquez (bajo)
Juan F. González (guitarra electro-acústica y voz solista)
Misael Aguirre (batería)
Pedro González (voz y predicación)
Queremos reconocer la valiosa colaboración de cientos de voluntarios, y lo importante que ha sido para nosotros y para la misión, el amor y la intercesión de nuestra comunidad. Desde luego no puede faltar el acompañamiento estrecho de nuestros Sacerdotes, que han sido nuestros amigos, nuestros compañeros en la lucha, nuestros asesores eclesiásticos y nuestros guías espirituales. A todos ellos, muchas gracias. No hay palabras para decir todo lo que sentimos. Que El Señor los Bendiga.

Dios pone sueños en el corazón de cada persona. Son las órdenes selladas de Su plan perfecto para cada una de ellas.¡Descúbrelo en la intimidad con Él, lo que tiene preparado para ti y dale con ello la gloria!