El Papa Francisco en el Sínodo de Obispos logra que se debata sin tapujos sobre temas que antes eran tabú

El Papa Francisco en el Sínodo de Obispos

«Se respira un ambiente como el del Concilio Vaticano II»

El secretario de la asamblea pide que los laicos «sean protagonistas y alcen la voz»

Redacción, 13 de octubre de 2014 a las 19:46

La Relatio synodi será votada el sábado 18 de octubre y entregada al Papa
«Se respira un ambiente como el del Concilio Vaticano II». Francisco ha conseguido, según el consenso de los padres sinodales, que la primera parte de la Asamblea sobre la familia se convierta en un foro de debate, libre y sin límites, en el que conservadores, moderados y progresistas discutan sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar, las uniones de hecho, las parejas gay, la educación de los hijos o el sexo.
Con informaciones diarias, pese a las críticas de un sector, comandado por el prefecto de Doctrina de la Fe, cardenal Müller, quien lamenta que no se publiquen las intervenciones íntegras de los participantes, con nombres y apellidos, y que sea la Oficina de Prensa de la Santa Sede quien elabore los resúmenes de las congregaciones. En todo caso, tal y como señaló el secretario especial del Sínodo, Bruno Forte, en el Sínodo está impreso el «estilo de Francisco» de una Iglesia que madura y «de búsqueda y de escucha».
En su encuentro con la prensa de este mediodía, Forte ha hecho un llamamiento para que los laicos sean «protagonistas» y alcen la voz en las diócesis para encontrar soluciones verdaderas durante este año intermedio entre este Sínodo y el que viene, convocado por el Papa Francisco del 4 al 25 de octubre de 2015 bajo el título ‘La vocación de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo’.
En este sentido, Forte ha reivindicado el protagonismo de los laicos para encontrar soluciones verdaderas y ha agradecido a los expertos su testimonio. «A veces veo que los laicos son más clericales que el clero, y esto no va», ha expresado.
Por su parte, el relator general del Sínodo, cardenal Peter Erdo, ha dejado claro que al final de este Sínodo se publicará un texto, la ‘Relatio Sinodalys’, que «no tendrá ningún valor jurídico ni servirá como recomendación», sino que será «un texto de trabajo» que se usará de base para el siguiente Sínodo convocado para el año que viene.

Sobre la ‘Relatio Post Disceptationem’, el documento resumen de las 265 intervenciones que han sido escuchadas hasta ahora, monseñor Forte ha explicado que es el resultado de lo que quería el Papa, de hablar con claridad y libertad. Además ha puesto de manifiesto que en el Sínodo está impreso el «estilo de Francisco» de una Iglesia que madura y «de búsqueda y de escucha».
Acerca de un posible camino penitencial que abra la clave de la comunión a los divorciados, monseñor Forte ha explicado que ese camino penitencial pasaría por un «reconocimiento de las culpas» y de «tomar conciencia de los propios límites» porque si un matrimonio falla siempre hay responsabilidad de los dos. «No es justo descargar jamás la culpa en uno solo de los miembros», ha expresado.
Por su parte, el cardenal filipino AntonioTagle ha explicado que la ‘Relatio Post Disceptationem’ es un «espejo» que necesita «profundizarse» y ha valorado el «trabajo heroico» que han puesto en común para poder resumir las 265 intervenciones que hasta ahora han sido escuchadas en el Sínodo. «La obra continua», ha exclamado.
Además, ha explicado que «hay lugar para que todos hablen», tanto «liberales como conservadores», porque todos están unidos por el amor común por la Iglesia.
Preguntado los homosexuales, Monseñor Forte ha explicado que un matrimonio un hombre y una mujer no puede tener una «equiparación terminológica» a la unión entre los homosexuales. «Los homosexuales tienen derechos que deben ser defendidos y garantizados, pero jamás serán equivalentes al matrimonio», ha defendido.
El relator general del Sínodo, cardenal Peter Erdö, ha manifestado que «la identidad de la persona no está determinada por la tendencia sexual, sino por su comportamiento sexual».

Por su parte, uno de los tres presidentes delegados del Sínodo, el cardenal Ricardo Ezzati Andrello, ha observado que en este Sínodo «se ha hablado mucho de las parejas y poco de los niños» y que es un aspecto que los círculos menores «deben enriquecer». Además, ha subrayado la importancia de la «educación» y de la «presencia del padre y de la madre en la educación de los hijos».
También ha recalcado que el Sínodo de la Familia es el reflejo de tres cosas: la escucha que los padres sinodales han hecho; la capacidad de misericordia de querer comprender y la búsqueda de caminos para acompañar y expresar esa cercanía en líneas pastorales.
Además, ha destacado que la ‘Relatio Post Disceptationem’ «no es un documento definitivo» sino que hay que seguir dialogando sobre ello y enriqueciéndolo. «Es un Sínodo que escucha, que se conmueve y que busca caminos», ha exclamado.
Ezzatti ha puesto énfasis en el derecho «a una educación de calidad», que los padres tienen el deber y el derecho de fortalecer y que las instituciones intermedias, Iglesia y Estado, están llamados a apoyar. También se ha informado de que el ambiente sinodal tenía el espíritu del Concilio Vaticano II y de una Iglesia «que mira con simpatía al mundo y que hace suyo el sufrimiento de los demás».
El secretario general del Sínodo, cardenal Lorenzo Baldisseri, ha explicado en una entrevista en el diario del Vaticano ‘L’Osservatore Romano’ que los tiempos del Sínodo han sido respetados minuciosamente, escuchando a todos los que han pedido intervenir, y que el Papa le ha felicitado por su precisión: «Usted es un reloj suizo», ha expresado el Papa a Baldisseri.
El Sínodo trabaja ahora dividido en diez círculos menores, grupos de 20 personas aproximadamente, divididos por lenguas, que han elegido unos responsables. El portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, explicó que por la dinámica del sínodo son más importantes estos círculos menores que el debate general porque «las personas se pueden expresar más en un diálogo interactivo».
Baldisseri ha señalado que de este resumen que será presentado el lunes «se llegará al documento final de esta asamblea, la Relatio synodi, que será votada el sábado 18 de octubre y entregada al Papa». Aunque sólo los 191 obispos tienen derecho al voto, la participación de decenas de laicos y 13 matrimonios, uno de ellos mixto de religión entre un musulmán y una cristiana, ha supuesto un enriquecimiento de experiencias que nunca antes se había puesto en práctica en este tipo de reuniones de discusión en el Vaticano.
Entre los participantes, se encuentra el cardenal español Fernando Sebastián. En declaraciones a Radio Vaticana, el purpurado explicó que el aire que se respira dentro del Sínodo y sus prioridades:
«La sensación dominante es el esfuerzo de acercamiento con honestidad y misericordia a la situación actual. Una sociedad tan insegura, tan complicada, con tantas situaciones nuevas que nos obligan a clarificar la situación y a buscar en la Tradición de la Iglesia, en el depósito de la Tradición y de la doctrina y misericordia una respuesta al sufrimiento de tantas familias que se sienten hoy oprimidas o doloridas por tantas causas internas y externas».
«Se ha hablado mucho de la emigración, de la guerra, de la pobreza, de la confusión doctrinal también de la inestabilidad psicológica que crea problemas nuevos y nos obliga a ponderarlos cuidadosamente para buscar los verdaderos caminos de la verdad y de la misericordia, que es el gran valor de la Iglesia».
Además, el Arzobispo emérito de Pamplona destaca la relevancia de la preparación al matrimonio y de la formación en la fe, según las exigencias actuales.
«Yo mismo he insistido en que de ahora en adelante la principal preocupación de la Iglesia tiene que ayudar a los cristianos a creer con más solidez, para poder vivir la vida cristiana de una manera serena y tranquila en medio de un mundo tan pluralista y muchas veces tan agresivo como es el nuestro».
«La formación más o menos superficial que ha servido a muchas generaciones ya no nos sirve, necesitamos una fe más personalizada, más clarificada, más fuerte para poder sentirnos tranquilos y seguros en la Iglesia y también para presentar el ideal de la vida cristiana a nuestros hermanos».
Por último, el Cardenal Sebastián Aguilar asegura que el principal desafío pastoral en España es «la autenticidad y firmeza de los bautizados».