El espíritu de servicio de María

Ave María en 7 idiomas
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El espíritu de servicio de María

1.- Fiarse de Dios. La gran señal que presenta el Libro del Apocalipsis es la mujer. La tradición exegética, en su mayoría, la ha interpretado en clave eclesiológica. La mujer simboliza la Iglesia. María, como nueva Eva, es prototipo de la Iglesia.

En ella la Iglesia ya llegó a su perfección. A pesar de las evidencias en contra, María se ha fiado de Dios. Lucas nos propone un modelo de actitud crítica creyente. Con una delicadeza y maestría difíciles de igualar, el autor pone de manifiesto que el fiarse de Dios no es en balde. Fiarse de Dios, aun cuando las evidencias parezcan invitar a lo contrario; esto es lo que el autor quiere inculcar con esta joya del arte de narrar. El ángel había dado a María una señal de credibilidad. María, que había aceptado la señal, va al encuentro de la protagonista de esa señal. Demuestra, por otra parte, su espíritu de servicio. Recorre un largo camino para ayudar a Isabel, que está esperando un niño a pesar de sus años. Este encuentro es ocasión para que Isabel le haga saber a María que no se ha fiado de Dios en balde. Este descubrimiento hace que María prorrumpa en un poema de alabanza al Dios que cumple su palabra y de quien vale la pena fiarse.

2.- La más bendita entre todas las mujeres. Las mujeres de Israel, se sentían honradas y estimadas por los hijos que tenían. Este pueblo, orientado hacia el futuro por las promesas que le habían sido hechas, se gozaba en los descendientes y lo esperaba todo del que tenía que venir. De ahí la dicha y la gloria de todas las madres de Israel y la profunda pena de las mujeres que no podían dar a luz. Si María es la que lleva en sus entrañas al que tenía que venir, al Mesías prometido, al Bendito, es por ello mismo la más bendita entre todas las mujeres. El canto del Magnificat está en la tradición de otros cantos del Antiguo Testamento, como el de Ana, la madre de Samuel. En realidad se trata de una composición hecha con elementos bíblicos anteriores. María devuelve a Dios la alabanza que recibe de Israel. Dios es el que merece todo honor y toda gloria, el poderoso que ha hecho maravillas en su sierva.

3.- Un canto de esperanza. En las maravillas que ha realizado el Señor en María, ésta reconoce el estilo o el modo de actuar del Señor en la historia de la salvación de los hombres. Es la reacción entusiasmada de la persona que ha experimentado cómo Dios cumple su palabra. Desde su experiencia concreta, María descubre alborozada que el cumplimiento de la palabra por parte de Dios está a la base de la existencia misma del pueblo. María: una persona para quien Dios es alguien con sentido, para quien el ordenamiento de Dios es una realidad. Y rompe en gritos entusiasmados de acción de gracias hacia quien hace posible la maravilla de un mundo diferente. Confiesa que Dios se complace en subvertir el orden establecido por la injusticia de los ricos, de los orgullosos, de los dominadores de este mundo, y que esto lo hace enalteciendo a los más humildes. El Señor humilla, desbarata y despoja a los señores de este mundo y ensalza y colma de bienes a los más pequeños, a los hambrientos, a los pobres y explotados. El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Virgen María El saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

José María Martín OSA
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