El derecho al delirio

El derecho al delirio por YOLANDA CHÁVEZ,
yolachavez66@gmail.com
LOS ÁNGELES (USA).

ECLESALIA, 15/04/15.- En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible…
Así proponía Eduardo Galeano el derecho al delirio.
Deliraba por ejemplo con que la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo.
En sus reflexiones teológicas llegaba a la conclusión: “Sinceramente, merecer, merezco. Nunca he matado a nadie, es verdad, pero ha sido por falta de coraje o de tiempo, no de ganas. No voy a misa los domingos ni fiestas de guardar. He codiciado a casi todas las mujeres de mis prójimos, salvo a las feas, y por tanto, he violado al menos en intención, la propiedad privada que Dios en persona sacralizó en las tablas de Moisés: No codiciaras a la mujer de tu prójimo, ni a su toro, ni a su asno…y por si fuera poco con premeditación y alevosía, he cometido el acto del amor sin el noble propósito de reproducir la mano de obra”.
Entre delirios, hablaba de nuestros miedos:
“De nuestros miedos
nacen nuestros corajes
y en nuestras dudas
viven nuestras certezas.
Los sueños anuncian
otra realidad posible
y los delirios otra razón.
En los extravíos
nos esperan hallazgos,
porque es preciso perderse
para volver a encontrarse”.
Y deliraba con la Utopía:
“La utopía está en el horizonte,
me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos.
camino diez pasos
y el horizonte
se corre diez pasos más allá.
por mucho que yo camine,
nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para esos sirve: para caminar”.
Eduardo hablaba el delirante lenguaje de los nadies, de nosotros, de Latinoamérica, de las cosas chiquitas, de la noche, de los fuegos.
Dejaba al descubierto lo que no funciona del sistema y nos adentraba a las guerras calladas con los profundos análisis de los pobrólogos, los que nos estudian y nos ofrecen los datos actualizados: Qué no comemos, en qué no trabajamos, cuántos somos, qué no pensamos…
Eduardo Galeano ha fallecido este lunes en Montevideo Uruguay a los 74 años de edad.
Habría que proponer el día 13 de abril como el día internacional del derecho al delirio.
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