Dinámica de Adviento

Dinámicas de Adviento para jóvenes y niños

Interesante dinámica para realizar con niños y jóvenes en el tiempo de Adviento

El objetivo de esta dinámica es mostrar las características del Adviento.

Autor desconocido
En la clase hay:

v 3 globos colgados del techo con hilos.
v 3 piruletas colgadas del techo con hilos.
v 3 caramelos colgados del techo con hilos.
v 1 texto pegado, directamente, en el techo.

Los elementos colgados deben de estar a tal altura que los niños no puedan llegar hasta ellos por sí mismos, sin ayuda de otro. El texto pegado tampoco se tiene que poder leer desde el suelo.

– Desarrollo: de uno en uno, cada uno de los niños deberá intentar dar un cíabezazo a los globos (saltando), coger una de las piruletas o caramelo con la boca y leer el texto del techo. Al no conseguirlo, por estar demasiado altos, se les propondrá que piensen cómo podrían llegar a conseguir su objetivo sin utilizar una silla, escalera, mesa, etc.

¿Cómo se pueden ayudar unos a otros para conseguirlo? ¿Quién ayudará a quién? ¿Cómo lo harán? Que se reúnan, entre ellos, durante unos momentos y lo decidan. Antes de que intenten llevar a cabo su plan, se les explicará el objetivo de la dinámica.

– Objetivo de la dinámica: mostrar las características del Adviento. En este punto se les explica, brevemente, qué es el Adviento: Significado del Adviento: La palabra latina «adventus» significa «venida».

En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

– Relación con la dinámica inicial:
v El objetivo del Adviento es la Navidad.
v Para llegar a ese objetivo hay que crecer.
v Para llegar a ese objetivo hay que esforzarse.
v Es algo que no se puede hacer solo sino con la ayuda de otros.

Reflexión para el PRIMER DOMINGO de ADVIENTO

Mensaje de Navidad del Papa Francisco

Como los pastores, obedientes al anuncio del ángel, vayamos espiritualmente también nosotros a Belén, donde en la pobreza de una gruta, María dio a luz al Salvador del mundo.

La Navidad es, hoy en día, una fiesta universal; aun los que no tienen fe perciben su encanto. Para nosotros los cristianos es el acontecimiento decisivo, que no puede ser confundido con lo que es banal y efímero.

No se trata de una fiesta sentimental, consumista, llena de regalos, pero vacía de fe.

Es necesario que dejemos de lado una mentalidad mundana, incapaz de entender que la verdad fundamental de nuestra fe es el misterio de Dios que se hizo hombre, en todo igual a nosotros, menos en el pecado.

Esta fiesta nos invita a contemplar, por una parte, el drama del mundo, en el que el hombre herido por el pecado busca misericordia y salvación, y por otra parte, la bondad de Dios que vino a su encuentro, para hacerlo participar de su bondad y de su vida.

En este tiempo de sufrimiento y de incerteza a causa de la pandemia, la presencia de Dios en el niño recién nacido en Belén, indefenso, humilde y pobre, nos libra del sentido de fracaso, de impotencia y de pesimismo que llevamos dentro, y nos descubre el verdadero significado de la existencia humana y de la historia, porque Jesús se revela como luz que disipa las tinieblas y nos abre el horizonte de la alegría y de la esperanza.

CANTO de ADVIENTO – La VIRGEN SUEÑA CAMINOS