XI edición del Ciclo de Música Sacra

(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).- Resulta realmente aleccionador que un lugar donde el silencio es poco menos que una de sus señas de identidad, por unos días se convierta en centro de música sacra. No es difícil de comprender cómo los melómanos aguardan pacientemente todos los años a que llegue esta cita veraniega en un lugar escondido de la montaña de Benicássim y poco frecuentado pero que, gracias a esta iniciativa, cada año cuenta con más seguidores.

Conviene destacar la importancia cultural de este ciclo de ahí que antes de nada felicite a sus promotores pues además de presentar -a quien no lo conozca- este Monasterio el hecho de llevarse a termino este ciclo de música sacra es ante todo un legajo importante de cultura que con el paso del tiempo está adquiriendo una presencia importante de fieles.
Realmente resulta muy importante que se ofrezcan al gran público este tipo de iniciativas que tienen que ver mucho con el espíritu precisamente cuando la persona, hombre o mujer, goza de ese tiempo libre que luego, cuando pasa el verano y se acomete el día a día, se carece. De ahí que insista una vez más en la importancia que tiene este ciclo integral de Música Sacra. Importancia que cuenta con lo más esencial en cualquier audición musical que se precie: el favor del público.
La presente edición será a partir de hoy, dia del ultimo concierto, historia. Mañana, 2 de agosto y festividad de Nuestra Señora de los Angeles ya se empezará a pensar en lo que puede ser la edición del verano de 2011. Y es que si siempre resulta confortable estar en este monasterio no lo es menos visitarlo durante el verano para vivir en directo lo que supone toda una ‘excelencia musical’. Algo que no pueden medir las palabras y sí los sentimientos.
LAS NOTA DE PRENSA
La bella población castellonense de Benicàssim acoge del 28 de julio al 1 de agosto el XI Ciclo de Música Sacra, organizado por la Fundació Desert de les Palmes, la Comunidad de Padres Carmelitas del Desierto y la Asociación Amigos del Monasterio, que se celebrará en el Monasterio del Desierto de las Palmas bajo el título La Soledad Sonora. El pájaro solitario.
El alcalde de Benicàssim, Francesc Colomer, ha mostrado su orgullo y satisfacción por colaborar en una nueva edición de un ciclo que siempre ha cosechado un gran éxito de público y que destaca tanto por “sus valores, por su espiritualidad” como por su calidad artística y cultural. Colomer ha afirmado que, a diferencia de otros festivales, “el Ciclo de Música Sacra sería imposible de reinventar y ubicar en otro lugar, porque el escenario que lo acoge, el Monasterio del Desierto de las Palmas, es un enclave único”. El alcalde también ha querido resaltar que este festival se enmarca en la amplia y variada oferta de cultura de calidad que ofrece cada año Benicàssim.
Por su parte, el Padre Alfonso, Prior del Monasterio del Desierto de Las Palmas, ha incidido en la importancia del escenario donde se celebran estos conciertos, que “tienen un efecto terapéutico sobre los espíritus y las personas”. El Padre Alfonso ha explicado que este año el ciclo se centra en la figura del pájaro solitario para no olvidar esa otra música, la de la naturaleza, que siempre está como telón de fondo en el Desierto.
Por último, el director del ciclo, Antonio Rodríguez, ha destacado la calidad de los participantes en esta undécima edición, a pesar de la situación de crisis que afecta a cualquier iniciativa, y que en este caso ha supuesto recortar de seis a cinco los conciertos previstos. Rodríguez ha querido agradecer su apoyo a las instituciones que colaboran en la realización del ciclo, destacando especialmente la apuesta del Ayuntamiento de Benicàssim, y ha recordado que junto al ayuntamiento patrocinan este ciclo la Caja Mediterráneo (CAM) y la Diputación de Castellón, a la vez que colabora Castelló Cultural.
Programa de conciertos
La inauguración de esta undécima edición coincidió con el 28 de julio y corrió a cargo del Coro Yonsei, de Corea del Sur, que se ha convertido en una de las formaciones más emblemáticas de este país. Desde 1966 el coro ha sido solicitado por prestigiosos intérpretes para presentar numerosos conciertos y ha participado en actuaciones a nivel nacional e internacional.
El 29 de julio, fue el turno de Capella de Ministrers, grupo que, desde su creación el año 1987 bajo la dirección de Carles Magraner, ha venido desarrollando una importante tarea investigadora y musicológica en favor del patrimonio musical español, desde el medioevo hasta el siglo XIX. Esta trayectoria de estudio y recuperación de la música antigua ha quedado recogida en los 40 discos que ha grabado para EGT, Blau, Auvidis y CDM, sello discográfico exclusivo de Capella de Ministrers, obteniendo muy buenas críticas por parte de la prensa especializada, además de premios y distinciones.
El 30 de julio, el Monasterio acogió la actuación del pianista y director Jean Pierre Dupuy. Sus recitales, en su concepción, son muchas veces distintos de los conciertos tradicionales de piano, ofreciendo una programación que obedece al entorno siempre cambiante de la creación contemporánea. Su originalidad y su facultad de invención le sitúan en la vanguardia de las empresas realizadas en este ámbito y le convierte en uno de los mas importantes e imprescindibles intérpretes de piano en la actualidad.
Por su parte, Viaje a la Libertad, formación integrada por Juan Pablo Gallego Campo y Natalia Zapatero Campo, actuó el 31 de julio. Este dúo nace con la ambición de juntar el lenguaje y el sonido en un mismo viaje: la Música y la Palabra, la melodía y el teatro.
Por último, el Coro Resurrexit, creado en 1994 en la ciudad de Castellón, será el encargado de clausurar esta edición el 1 de agosto. La formación, que fue creada a iniciativa del musicólogo Juan Ramón Herrero, interpreta música gregoriana con el objetivo de recuperar esta melodía y darla a conocer. El Coro Resurrexit ha sobrepasado los límites de la provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana, ya que ha realizado actuaciones por toda España bajo la dirección de Joan J. Montoliu Aymerich.