Comprender – #Reflexión

«Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.» Galatas6:2 (NVI)

Hemos salido con Miriam en algunos de programas del canal Luz, y ahora Juampi y Connie van a estar en una nota del programa CQC que se trasmite por el canal de aire América de Buenos Aires. Para muchos de nuestros amigos y conocidos, es llamativo y sorprendente poder llegar a la tele. Hay varias personas que hacen cualquier cosa para poder tener unos minutos de aire y dicen cualquier cosa por mantener sus cinco minutos de fama.

La tele seduce y atrapa, como la telaraña del insecto. Pero al final del día, cuando llegamos a casa a la noche, cuando se apagaron los reflectores y las cámaras, la realidad no cambia, todo sigue igual. Siendo consientes de esto, no se nos sube el orgullo por tener diez minutos al aire. Sino que lo tomamos como una oportunidad para poder ayudar. Al fin y al cabo, cada vez que tuvimos pantalla fue para hablar de discapacidad, con la intención de ayudar a quien está pasando por la misma situación.

Y con franqueza, prefiero toda la vida ser un ignoto desconocido, un don nadie para todos; pero ver que Juampi puede jugar a la pelota y subirse a un árbol. Pero al final del día, acostamos a Juampi y a Connie, les damos muchos besos y continuamos con nuestra vida.

En el medio, intentamos ser de ayuda a otros, porque comprendimos con dolor y sufrimiento que a veces Dios nos pone en la prensa de los problemas para cumplir con este pedido. Ayudar a llevar las cargas de otro no es divertido. Somos egoístas por naturaleza, y pensamos siempre que nuestro problema es el peor del mundo, justamente porque tenemos que padecerlo nosotros.

Cuando estamos sufriendo, pensamos que Dios se olvidó de nosotros, que no le importamos, que está en otro tema. Pero Dios sabe exactamente que estamos sufriendo, y sabiendo eso nos pide que ayudemos a otros a llevar sus cargas. A ser de soporte ante la necesidad de otros.

Dios rompe el estigma del egoísmo y lo cambia por la solidaridad cristiana que nos permite acompañar y ayudar a otros con sus problemas. Esto que naturalmente no nos sale, es la consecuencia de la influencia del Espíritu Santo en la vida, que nos hace vivir como Dios vive. Sufrir te ayuda comprender. Como lo hizo Jesucristo.

REFLEXIÓN – Si estás sufriendo, es para que lleves otra carga.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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