“La Iglesia siempre defiende y defenderá la vida”
El Cardenal Juan Luis Cipriani presidió la Santa Misa de Acción de Gracias en la cual celebró el 12º Aniversario de la toma de posesión como XXXII Arzobispo de Lima en la Basílica Catedral de Lima.
Durante su homilía, el Cardenal Cipriani recordó que la Iglesia no está ligada a ningún sistema político y tiene la misión y competencia de defender la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
Del mismo modo, comentó que los Pastores de todo el Perú tienen la misión y la gran responsabilidad de recordarle a sus fieles el quinto mandamiento: No matar.
“La Iglesia; desde su dimensión particular pre política y apoyada en la ley natural, en el ser mismo de la realidad; siempre defenderá y defiende una cultura que respeta la vida de todo concebido desde el primer instante, sin excepción alguna. Por eso le dice ¡No al aborto!”, señaló.
“No es un tema que simple y superficialmente se someta a una encuesta. No me gustaría que por una encuesta esté yo vivo o esté muerto. Son temas pre políticos, anteriores; son valores de tal calidad que debemos cuidarlos entre todos”, prosiguió.
Doce años duros, pero llenos de gozo y esperanza
En otro momento, mencionó que estos doce años son sólo parte de un largo camino que, con la ayuda de Dios y de todo el pueblo católico, el Arzobispo de Lima ha podido avanzar y en los cuales ha aprendido a amar más y mejor a la gente más necesitada.
“A lo largo de estos doce años puedo decir que esa forja de dolor, de pobreza y oración refuerza el respeto por la dignidad humana. Es una forja en la que hay sufrimiento, porque hacer el bien cuesta, pero hay a la vez enorme gozo. Es comprometerse con el país, comprometerse con Dios”, reflexionó.
“La Iglesia nos sigue pidiendo hoy solidaridad concreta, no hipotecas ideológicas; amor directo a cada uno, entrega directa a cada uno, siempre con la ayuda de Dios”, continuó.
Finalmente, correspondió todo el afecto que el pueblo católico y sus hermanos obispos, sacerdotes y religiosos, le han brindado durante estos doce años de difícil, pero reconfortante tarea como Arzobispo de Lima.
“Mis palabras son de agradecimiento a Dios, a mis hermanos obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas; porque con su cariño, cercanía y consejo me han ayudado a llevar esta carga, esta fuente de fatiga; y al mismo tiempo a meditar esas palabras de Cristo: No he venido a ser servido sino a servir”, retribuyó.
Como se recuerda, el Cardenal Juan Luis Cipriani, tomó posesión como XXXII Arzobispo de Lima el 30 de enero de 1999, con una Solemne Eucaristía en la Basílica Catedral acompañado de obispos, del presbiterio y de numerosos fieles de la Arquidiócesis.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, los tres obispos auxiliares de Lima, Monseñores Adriano Tomasi, OFM, Raúl Chau y Guillermo Abanto; Monseñor José Antonio Eguren, SCV, Arzobispo Metropolitano de Piura; Monseñor José María Ortega, Obispo Prelado de Juli; Monseñor Mario Busquets, obispo prelado de Chuquibamba; Monseñor Octavio Casaverde, Vicario General; así como los Vicarios Episcopales y representantes del Cabildo Metropolitano de Lima.
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