“La sociedad como tal debe poner a la familia en el centro,
manteniéndose unida alrededor de Dios y de cada uno de sus integrantes”,
exhortó el Cardenal Juan Luis Cipriani durante el programa Diálogo de fe
del sábado 23 de octubre.
El Arzobispo de Lima recordó que hace falta fomentar más esa primera
comunidad que es la familia, pues nadie puede desarrollarse por sus propios
medios y hacer un plan de vida en la soledad.
Por tal motivo, exhortó a los padres de familia a estar siempre presentes
en la formación de sus hijos y educarlos en la fe, porque es la mejor
manera de estar cercanos a Dios.
“Te animo a que en el centro esa comunidad con la que compartes alegrías
y preocupaciones, esté el que tú eres un hombre de Dios. Que tus deseos,
esperanzas, alegrías, sufrimientos y errores, los compartas y hables con
Él”, concluyó.
El Pastor de Lima señaló que debemos acostumbrarnos a mirar nuestras
vidas con ojos de Dios, incluso en los momentos más complicados de nuestra
vida; y a librarnos de ese complejo de inferioridad que nos quiere alejar
de la Iglesia.
“Si uno está cerca de Dios empieza a esforzarse por descubrir las cosas
buenas que le rodean. El estar con Dios permanentemente es como respirar,
ya que no nos proponemos a hacerlo, pero si dejamos de hacerlo, morimos”,
reflexionó.
En otro momento, expresó su alegría y agradecimiento a Dios por la
manifestación de fe que todos los años se presenta con la procesión del
Señor de los Milagros, que sale a las calles a bendecir y a cambiar los
corazones de todos.
Mencionó que, así como la presencia de Cristo es visible en la
procesión, Jesús está siempre pasando delante de nuestras vidas y está
en nuestras manos el plasmar ese amor y amistad hacia Dios.
“Ese mismo Jesús que pasa a través del tiempo no está más lejos ni
más cerca; somos nosotros los que nos acercamos o alejamos. La presencia
de Dios en el tiempo es constante, lo que no es constante es cómo se
manifiesta esa presencia en las leyes, en la cultura, en la vida del país,
en la política, en el deporte”, prosiguió.
Finalmente, el Arzobispo de Lima manifestó que “hay una verdadera
cultura en nuestro pueblo de amor y cercanía a Dios, y que el desafío de
esta generación es que se manifieste en el respeto que puede tener Dios en
la presencia pública”.
Por tal motivo, señaló que es muy importante reconocer que la mayoría de
peruanos somos católicos y que queremos ver reflejada esa fe, sin pedir
ningún beneficio pero tampoco negándola.
“(En el Perú) Hay esa libertad religiosa para que cada uno exprese su
convicción. No discrimina a nadie, no excluye a nadie, pero pone en
práctica una realidad histórica y social del peruano”, concluyó.