Aplauden la decisión gubernamental en favor del crucifijo

Roma (Italia), 18 Feb. 10 (AICA)
Crucifijo en el aula

Crucifijo en el aula
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cardenal Angelo Bagnasco, aplaudió la decisión del Gobierno de llevar al tribunal de Estrasburgo la sentencia de los crucifijos porque «va contra la objetividad histórica de Europa».

La presidencia del Consejo de Ministros italiano mostró su confianza en que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos “repare lo que consideramos una grave injusticia. Se refería así a la sentencia sobre el retiro de los crucifijos de los lugares públicos en Italia.

Durante una conferencia en la Embajada de Italia ante la Santa Sede, el portavoz gubernamental aseguró que el recurso incluye «abundante documentación y argumentación».

La iniciativa del gobierno italiano para apelar contra la decisión de Estrasburgo está apoyada por la Conferencia Episcopal Italiana. El presidente del episcopado dijo que estaba satisfecho «por el apoyo de otros países a la iniciativa italiana. El veredicto, recordó, «va en contra de la objetividad histórica de Europa, pero también va en contra del sentimiento popular del pueblo. Es de esperar -dijo- que el Tribunal pueda equilibrar la balanza respecto a esta verdad histórica”.

El caso del juez Tosti
Por otro lado, el Consejo Superior de la Magistratura de Italia destituyó al juez Luigi Tosti por haberse negado a celebrar audiencias entre mayo de 2005 y enero de 2006 por culpa del crucifijo que suele presidir las salas de los tribunales italianos. Tosti se negó durante meses a celebrar audiencia hasta que no fuera retirado el crucifijo, comportamiento que le costó la destitución del orden judicial.

El año pasado, el Tribunal Supremo había anulado la sentencia que condenaba al magistrado a siete meses de reclusión por omisión de actos de oficio. En un primer momento, la Justicia condenó su comportamiento porque suponía la interrupción de un servicio público, pero finalmente, el Supremo decidió anular esta sentencia porque las audiencias que Tosti se negó a dirigir, habían sido encargadas a otros jueces sustitutos y, por lo tanto, no comportaron la interrupción del servicio judicial.

El caso de Tosti se parece al de Soile Lautsi, la madre italiana de origen finlandés que en 2002 emprendió una batalla legal para conseguir que la escuela donde estudiaban sus hijos retirara el crucifijo de las aulas. Después de años de lucha ante los tribunales, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se pronunció a su favor el pasado noviembre, declarando que la presencia de los crucifijos en las escuelas es «una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones» y de «la libertad de religión de los alumnos».+