Sus discípulos bajaron a la orilla del mar al atardecer

Sus discípulos bajaron a la orilla

Sermón muy actual dado por San Pedro Crisólogo (hacia 406-450),

obispo de Rávena, doctor de la Iglesia sobre el Evangelio de hoy, en relación con la Iglesia Católica.

Evangelio según San Juan 6,16-21.

Al atardecer, sus discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaún, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento.

Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. El les dijo: «Soy yo, no teman». Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban.

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

San Pedro Crisólogo
Sermón 50, 1.2.3 ; PL 52, 339-340

«En seguida la barca tocó tierra, en el sitio a donde iban»

Cristo sube a una barca: ¿no es él quien puso al descubierto el fondo del mar después de haber arrojado sus aguas para que el pueblo de Israel pasara a pié enjuto como por un valle? (Ex 14,29). ¿No es él que solidificó las olas del mar bajo los pies de Pedro, de manera que, a su paso, el agua se convirtiera en un camino sólido y seguro? (Mt 14,29).

Sube a la barca. Para atravesar el mar de este mundo hasta el final de los tiempos, Cristo sube a la barca de su Iglesia para conducir a los que creen en él hasta la patria del cielo por una travesía pacifica, y hacer ciudadanos de su Reino aquellos con quienes está en comunión en su humanidad.

Ciertamente, Cristo no tiene necesidad de la barca, pero la barca tiene necesidad de Cristo. En efecto, sin este piloto venido del cielo, la barca de la Iglesia, agitada por las olas, jamás llegaría a puerto.

Queridos Amigos y Hermanos:

Lo que está pasando en el mundo actual, que está tan alejado del bien y del Amor, criticando a la iglesia y atacando directamente al Papa son, como dice San Pedro Crisólogo, «olas agitadas» pero que no nos tienen que agitar a nosotros, que vamos en la barca de la Iglesia, porque confiamos plenamente en Cristo, en que Él que nos va a hacer llegar a puerto.

Entonces, ¿por qué nos preocupamos de más, si confiamos plenamente en Cristo que es Rey de la tierra y del universo? ¿Por qué nos agitamos por las olas del mundo?.

Pienso que todos los Católicos, deberíamos enseñar al mundo, siendo un «Instrumento de Paz» como enseñó San Francisco de Asís, también Doctor de la Iglesia, lo que nos enseñaron los Santos Doctores de la Iglesia, en sus escritos y oraciones cuando habitaron el mundo, porque sólo ellos podrán «curar» al mundo (como buenos Doctores) de las cosas malas que afectan la vida de todos.

Y así, todos podremos aprender a vivir en el mundo, como se vive en el Reino de Dios, en la barca de la Iglesia Católica, que es la Barca de Cristo.