9 de Julio – Guión Domingo XIV Tiempo ordinario

9 de Julio – Guión Domingo XIV Tiempo ordinario

PREPARACIÓN:
Antes de la salida del celebrante
Hoy, como todos los domingos, hemos sido convocados para celebrar con fe y esperanza la acción de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, en nosotros. Esta acción que nos muestra el amor de Dios, tal como lo hizo con Israel al enviarle profetas para guiarlo y señalarle su plan. Dispongámonos para vencer toda rutina, egoísmo y rebeldía, y poder escuchar así la Palabra del Señor y renovar nuestra plegaria de acción de gracias por la grandeza de su amor.

AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
El Señor nos exige hoy una auténtica fe en Jesucristo, indispensable para, superando lo humano, reconocer su divinidad, aceptándolo como perfecto Dios y como perfecto hombre. Y la Iglesia es su presencia actualizada en el mundo, debiendo descubrir también en ella, por sobre lo humanos, su verdadera naturaleza divina; no obrando como los habitantes de Nazareth, que sólo vieron en Jesús su apariencia externa, ya que esa actitud de falta de fe, imposibilita la realización del milagro.
1ª. LECTURA: (Ez 2, 2-5) (Ver texto)
En este texto del Antiguo Testamento, el profeta nos manifiesta que siempre es difícil acoger la palabra de Dios, a causa de nuestra rebeldía.
SALMO RESP.: (122, 1-4) (Ver texto)
R. Nuestros ojos miran al Señor

hasta que se apiade de nosotros.

2ª. LECTURA: (2 Co 12, 7-10) (Ver texto)

El apóstol Pablo nos expresa que su fe le hizo descubrir que en la debilidad es donde más se descubre la fuerza de Cristo.

EVANGELIO: (Mc 6, 1-6a) (Ver texto)

En esta pasaje del Evangelio, Jesús nos presenta la incredulidad de aquellos que más lo conocían, lo que es para nosotros una clara advertencia.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:
Queridos hermanos, que nuestra oración de hoy, exprese nuestra firme voluntad de trabajar por el bienestar de todos los hombres y para que junto con ellos, caminemos hacia el Reino de Dios en su única Iglesia, la de Cristo.

GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:

«PADRE, ESCÚCHANOS Y AUMENTA NUESTRA FE»

v Padre todopoderoso, te pedimos por la Santa Iglesia, para que siempre descubramos en ella a tu mismo Hijo que hoy sigue presente en medio nuestro, guiándonos a través de su Vicario, oremos…

v Señor, Rey de la vida, te pedimos por nuestro Obispo y todos los que cuidan de este pueblo tuyo que peregrina en esta Iglesia diocesana, para que en su acción encontremos un impulso de amor, de ayuda, de servicio, que nos da fuerzas para seguir el camino de tu Hijo, oremos…

v Señor de la historia, te pedimos por nuestra Patria, para que dejando de lado las diferencia sectoriales, políticas y sociales, todos nos dediquemos a trabajar por el bien común, oremos…

v Dios, rico en misericordia, te pedimos por los que sufren, los que tienen menos, para que encuentren en nosotros el gesto, la palabra oportuna y el verdadero compromiso a trabajar por una convivencia más justa y más fraterna, oremos…

v Padre bondadoso, te pedimos por todos los cristianos, para que crezcamos de tal manera en la fe, que podamos descubrir a Cristo hoy presente en su Iglesia, y llevemos esa presencia, en una renovada evangelización, a todos los hombres, nuestros hermanos, oremos…

CELEBRANTE:

Padre nuestro, acepta lo que te hemos pedido, concédenos todo aquellos que no somos capaces de pedirte, y haz que siempre confiemos en el poder de quien realmente nos salva: Jesucristo, tu Hijo, que es Dios y contigo vive y reina por los siglos de los siglos.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Ofrezcamos ahora al Padre, junto al pan y el vino para el sacrificio, nuestro compromiso a conformar cada día más nuestras vidas con los ejemplos de Jesucristo.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de «El Señor esté con vosotros»)

La Palabra de Dios nos ha invitado a poner toda nuestra fe en la fuerza que ella permanentemente nos comunica; por ello, unidos a Jesús, la Misericordia encarnada, demos gracias a nuestro Padre del Cielo.
COMUNIÓN:
Al comulgar pidamos a Jesús que él sea nuestra fuerza; no tengamos miedo de nuestra debilidad: recordemos las palabra de Pablo: «Cuando soy débil, es cuando soy más fuerte».
DESPEDIDA:
Que durante esta semana que hoy iniciamos, demos testimonio a todos los que estarán en contacto con nosotros, de nuestra fe, que nos compromete a vivir en todo momento y a pesar de cualquier circunstancia, el Evangelio de Jesucristo, nuestro Señor.

Domingo XIV del Tiempo ordinario – Ciclo C

SIN MIEDO A LA NOVEDAD

     El Papa Francisco está llamando a la Iglesia a salir de sí misma olvidando miedos e intereses propios, para ponerse en contacto con la vida real de las gentes y hacer presente el Evangelio allí donde los hombres y mujeres de hoy sufren y gozan, luchan y trabajan.

El Papa nos está abriendo los ojos para advertirnos del riesgo de una Iglesia que se asfixia en una actitud autodefensiva y nos dice: “cuando la Iglesia se encierra, se enferma”; “prefiero mil veces una Iglesia accidentada a una que esté enferma por encerrarse en sí misma”.

“La Iglesia ha de salir de sí misma a la periferia, a dar testimonio del Evangelio y a encontrarse con los demás”.

El Papa quiere arrastrar a la Iglesia actual hacia una renovación evangélica profunda, porque sabe muy bien que la novedad nos da siempre un poco de miedo, nos sentimos inseguros si no tenemos todo bajo control.

    El Papa ha formulado a toda la Iglesia una pregunta decisiva a la que tendremos que ir respondiendo: “¿Estamos decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheraremos en estructuras caducas que han perdido la capacidad de respuesta?

Él quiere reavivar en la Iglesia el aliento evangelizador que Jesús quiso que animara siempre a sus seguidores, quiere que nos pongamos en camino, no hemos de retener a Jesús dentro nuestras parroquias, hay que darlo a conocer en la vida, hay que salir a la vida de manera sencilla y humilde, sin privilegios ni estructuras de poder.

El Evangelio se contagia desde la fe en Jesús y la confianza en nuestro Padre Dios que está cerca de nosotros y nos quiere ver trabajando por una vida más humana. Esta es la gran noticia del reino de Dios.

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA  

1ª LECTURA
Lectura del libro de Isaías 66,10-14c 

Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto. 

Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. 

Porque así dice el Señor: 
– Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, 
las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, 
y en Jerusalén seréis consolados. 

Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos.

Palabra de Dios.

  COMENTARIO A LA 1ª LECTURA       

El profeta quiere transmitir la bondad y el amor de Dios hacia su pueblo elegido comparándolo con el que tiene una madre a sus hijos. Dios está cerca de su pueblo y lo protege.

Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20 
R. Aclama al Señor, tierra entera.
 

  •  tocad en honor de su nombre, 
    cantad himnos a su gloria; decid a Dios: «Qué temibles son tus obras». R:
  •  
    que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. 
    Venid a ver las obras de Dios, 
    sus temibles proezas en favor de los hombres. R:
  •  a pie atravesaron el río. 
    Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente. R:
  •  
    os contaré lo que ha hecho conmigo. 
    Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, 
    ni me retiró su favor. R:                                                                                  

2ª LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 6,14-18 

Hermanos: 
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo. 

Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura nueva. 
La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios. 

En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.

Palabra de Dios.  

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

    El apóstol Pablo escribe a los gálatas para decirle que de lo único que nos podemos gloriar es de la cruz de Cristo por la que somos criaturas nuevas.

Únicamente la cruz de Cristo es la razón que explica el empeño del apóstol por anunciar el evangelio de la cruz como poder y sabiduría de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,1-12. 17-20 

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: 
– La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. 

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. 

Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa», y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. 

Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. 

No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «Está cerca de vosotros el Reino de Dios». 
Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: «Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el Reino de Dios». 

Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo. 
Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: 
– Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre. 

Él les contestó: 
– Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo.

Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.

Palabra del Señor.  

COMENTARIO AL EVANGELIO

    El Evangelio de hoy nos habla de la misión confiada por el Señor a sus discípulos y que tenía por finalidad preparar a las gentes para la llegada del Señor.

La preparación comenzaría por el anuncio de la paz, y se llevaría a cabo no por imposición ni por fuerza sino por la oferta humilde y sencilla del mensaje de la Buena Nueva.   

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

CONSTRUCTORES DE PAZ

       Jesús envía a sus discípulos a que lleven su mensaje por todos sitios, pero un mensaje que lleva por delante el saludo de la paz, lo primero que deben ofrecer es la paz.

Jesús era consciente de que los enviaba a una misión nada fácil y por eso les advierte que los envía “como corderos en medio de lobos”, sabe que se van a encontrar con múltiples obstáculos y dificultades para ser portadores y constructores de paz, porque se van a encontrar con personas agresivas y violentas que mantienen sentimientos y actitudes  de odio, envidia, rencor,  autosuficiencia, venganza.

      Los seguidores de Jesús tenemos la misión de ser portadores y constructores de paz allí donde nos encontremos, procurando no hablar a gritos y con insultos, no haciendo daño a los demás, no debemos tener comportamientos vengativos, tenemos que frenar cualquier forma de violencia en esos momentos en que parece que queremos desahogar la tensión interior y la propia agresividad interna.

Los seguidores de Jesús tendríamos que devolver bien por mal, mantener la calma y la serenidad ante las provocaciones y los sufrimientos que nos causan los demás.

       Los discípulos de Jesús hemos de tener paciencia, ser sacrificados y humildes, estar dispuestos a perdonar, a dialogar, a ser tolerantes, y comprensivos.

Si respondemos a las provocaciones con la “no violencia” rompemos el círculo agresivo y

Domingo XIV del Tiempo ordinario – Ciclo B

NECESITAMOS CONFIAR MÁS EN EL SEÑOR

Jesús va a su pueblo, donde mejor se debería sentir acogido y comprendido, porque le conocen desde siempre y tiene sus amigos, sin embargo, desconfían de Él, precisamente porque le conocen desde pequeño, conocen a su familia… esta desconfianza que tienen hacia la persona de Jesús les cierra todas las puertas a acoger su palabra y la salvación que les ofrece.

Nosotros decimos que creemos en Jesús, reconocemos la autoridad de sus palabras y la grandeza de sus milagros, sin embargo, muchas veces desconfiamos de Él y de esta manera estamos cerrando nuestro corazón al amor de Dios y a vivir una vida nueva.

La desconfianza no sólo en Dios sino también en los demás no nos deja crecer ni enriquecernos, hace que el Señor no pueda realizar en nosotros el milagro de la salvación, de nuestra renovación espiritual, de nuestro ser personas nuevas.

Para tener confianza en el Señor Jesús necesitamos dejar la autosuficiencia, reconocer que necesitamos de Dios y de los demás, y que sólo así podremos crecer y podremos unir esfuerzos en la construcción de un mundo nuevo

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA

1ª LECTURA
Lectura del libro del profeta Ezequiel 2,2-5

En aquellos días, el espíritu entró en mí, me puso en pie y oí que me decía:
Hijo de Adán, yo te envío a los israelitas, a un pueblo rebelde que se ha rebelado contra mí.

Sus padres y ellos me han ofendido hasta el presente día. También los hijos son testarudos y obstinados; a ellos te envío para que les digas: «Esto dice el Señor».

Ellos, te hagan caso o no te hagan caso (pues son un pueblo rebelde), sabrán que hubo un profeta en medio de ellos.

Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

El pueblo de Israel vive la época más dura y trágica de su historia: el exilio.

El Señor, por medio del profeta Ezequiel, habla a su pueblo para decirles que, aunque se hayan rebelado contra Él y lo hayan ofendido, sin embargo deben saber que Él sigue esperando que se conviertan y vuelvan a Él.

SALMO
Sal 122, 1-2a. 2bcd. 3-4

R. Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

• A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores. R:
• Como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia. R:
• Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos. R:

2ª LECTURA
Lectura de la 2ª carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12,7b-10

Hermanos:
Me han metido una espina en la carne: un emisario de Satanás que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces le he pedido al Señor verme libre de él y me ha respondido: «Te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad».

Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo.

Por eso, vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Palabra de Dios

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

El apóstol Pablo ruega a Dios que le haga más sensato para que, a través de su propia debilidad y de las dificultades por las que atraviesa se manifieste la gracia y la fuerza de Cristo.

Él está seguro que el Señor actúa a través de su pequeñez y que sólo necesita su gracia.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6,1-6

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
¿De dónde saca todo eso?

¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?

Y esto les resultaba escandaloso.
Jesús les decía:
No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Palabra de Dios

COMENTARIO AL EVANGELIO

Jesús visita su pueblo, Nazaret, y llena de asombro y de incredulidad a sus conciudadanos con sus enseñanzas en la sinagoga y sus milagros que les resultaban escandalosos.

No tenían fe en Él. ¿Cómo puede hacer el hijo del carpintero todo esto?

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
TENEMOS QUE APRENDER DE JESÚS A VIVIR

La vida de un cristiano comienza a cambiar el día en que descubre que Jesús es Alguien que le puede enseñar a vivir, Alguien con una “sabiduría única”.

Los cristianos de hoy tenemos que preguntarnos si no hemos olvidado que ser cristianos es sencillamente “vivir aprendiendo” de Jesús. Ir descubriendo desde Él, cuál es la manera más humana, más auténtica y más gozosa de enfrentarnos a la vida.

Son muchos los cristianos para quienes Jesús sigue siendo el “gran desconocido”. Un Jesús sin consistencia real, incapaz de animar su existencia diaria.

Y, sin embargo, ese Jesús mejor conocido y más fielmente seguido podría transformar nuestra vida, alguien vivo que, desde el fondo mismo de nuestro ser, nos acompaña con paciencia, comprensión y ternura. Él puede ser nuestro maestro de vida.

Nos puede enseñar a vivir al servicio del necesitado, nos puede descubrir que es mejor vivir dando que acaparando.

Escuchando su mensaje y siguiendo sus pasos podemos aprender a vivir de manera más solidaria y menos egoísta, a arriesgarnos más por todo lo que es bueno y justo, a querer a las personas como las quería Él, a confiar en el Padre como él confiaba.


ORACIÓN A LA VIRGEN del CARMEN