Guión Domingo XVI del Tiempo ordinario

DOMINGO 22 DE JULIO DE 2012

DOMINGO 16º DURANTE EL AÑO

PREPARACIÓN:
Antes de la salida del celebrante

Hermanos, hoy en el Evangelio escucharemos a Jesús diciendo a sus discípulos: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Y estas palabras resuenan hoy como dichas también a nosotros, ya que todos necesitamos de este descanso para reencontrarnos con nosotros mismos y con Jesucristo. Y esta celebración debe ser un momento de descanso, de abrirnos confiadamente a la palabra de Jesucristo, a su presencia amorosa entre nosotros.

AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

Ante la diversidad de opiniones, de caminos, de ideales, hoy el Señor nos manifiesta que Cristo es nuestro guía y pastor, que nunca nos deja solos, sino que se manifiesta vivo y presente en medio de nosotros y que nos envía profetas y pastores, como sus representantes personales, para que, enseñándonos la verdad, nos conduzcan hacia el gozo perfecto de su Reino. Es nuestra tarea y responsabilidad, el escucharlos, y en ellos, al mismo Cristo.

1ª. LECTURA: (Jr 23, 1-6) (Ver texto)

El Profeta reprende severamente a los malos pastores del pueblo y anuncia que el Señor les enviará nuevos y buenos pastores.

SALMO RESP.: (22, 1-6) (Ver texto)

R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

2ª. LECTURA: (Ef 2, 13-18) (Ver texto)

Pablo nos habla de la obra de paz, de reconciliación que ha obrado Jesucristo. Él ha derribado todo muro de separación, llama a los que están cerca y a los que están lejos. «Vino para anunciar la Buena Nueva».

EVANGELIO: (Mc 6, 30-34) (Ver texto)

Jesús nos manifiesta cómo Él envía a sus apóstoles a enseñar, y cómo Él mismo se pone a enseñar a la multitud que andaba como ovejas sin pastor.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Después de escuchar la Palabra de Dios y de reflexionar sobre ella, unámonos para nuestra plegaria universal. Pidamos con entera confianza, unidos al Pastor de todos los hombres, Jesucristo, para que a todos llegue su paz, que es amor y vida.

GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:

«SEÑOR, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN»

v Señor y Dios nuestro, te pedimos por la Iglesia y el Santo Padre Benedicto XVI, para que todos los hombres del mundo no seamos ovejas sin pastor, y encontremos en ella caminos de verdad, de amor y de esperanza, oremos…

v Padre de bondad, te pedimos por nuestra Iglesia diocesana, para que todos y cada uno, desde su propia responsabilidad, nos dejemos guiar por nuestro Obispo, y podamos formar una comunidad verdadera y realmente comprometida con el anuncio de salvación, oremos…

v Padre santo, te pedimos por nuestra patria, para que todos los que la habitamos seamos capaces de convertir nuestro corazón y descubrir en tu Hijo, el único guía, el único Pastor, oremos….

v Señor de la vida, te pedimos por todas nuestras familias, para que trabajemos activa y responsablemente en la educación de los jóvenes, para crear una nueva conciencia de respeto a la vida desde su concepción, oremos…

v Señor, Rey del universo, te pedimos por todos los cristianos, para que como verdaderos discípulos de Cristo, tomemos conciencia de nuestra responsabilidad de imitarlo, y escuchando sus enseñanzas, procuremos comunicarlas a todos nuestros hermanos, oremos…

CELEBRANTE:

Escucha Padre de bondad, estas peticiones por nosotros y por todos los hombres, nuestros hermanos. Y que tu bondad, tu amor, supla lo que falta en nosotros para conseguir todo aquellos que anhelamos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Ofrezcámonos al Todopoderoso con nuestra interior disposición a servirle realmente y así, lo que cada uno le ofrece, sea de provecho para la salvación de todos.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de «El Señor esté con vosotros»)

Una vez más, como cada domingo, demos gracias a Dios porque nos ha abierto un camino de esperanza, un camino de amor, un camino de vida eterna.

COMUNIÓN:

En el Evangelio hemos escuchado que » Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato». Al acercarnos a comulgar, pidámosle que sepamos escuchar con calma y seguir con decisión, su enseñanza de vida eterna.

DESPEDIDA:

Durante esta semana que hemos iniciado, dondequiera que estemos, es necesario que sigamos la enseñanza de Jesús, que nos indica el camino seguro; y que vivamos nuestra adhesión a Cristo en su única Iglesia y guiados por los pastores que Él mismo nos ha puesto para guiarnos.